Plantas navideñas: los orígenes de la tradición

Durante estas fechas, muchos hogares se llenan de flores de Pascua como símbolo navideño, sobre todo por sus característicos colores, que a la vez tienden a ser los más clásicos y habituales de estas fiestas: rojo y verde. Porque como dice el refrán, “En tu casa el rojo y el verde no han de faltar, si la suerte no quieres espantar”.

La flor de Pascua pertenece a la familia de las Euphorbiaceas: su nombre científico es Poinsettia pulchérrim. Es una planta originaria de Centroamérica, concretamente de México, país donde la Poinsettia contaba con un importante simbolismo para la misteriosa cultura azteca, la utilizaban para extracción de tinte para la ropa y la savia servía como un remedio natural para las fiebres. Pero se cree que el origen de la actual tradición navideña de decorar la casa con estas preciosas plantas data del siglo XVI, cuando un fraile franciscano de Taxco de Alarcón (en México) empezó a usarlas como motivos decorativos en su iglesia debido a su colorido.

Aunque el verdadero artífice de su popularidad fuera de las fronteras mexicanas fue Joel Roberts Poinsett, quien entre los años 1825 y 1829 ejerció de embajador de los Estados Unidos en México. Los historiadores cuentan que Poinsett comenzó a regalar esta planta a sus amistades por Navidad, que es en definitiva cuando ésta se encuentra en su máximo esplendor. En seguida la belleza de la Flor de Pascua encandiló a los americanos y poco a poco esta acción se fue convirtiendo en una popular tradición, tanto que se declaró el día 12 de diciembre como el Día de la Poinsettia en Estados Unidos, como homenaje y conmemoración de la fecha en el que falleció Poinsett, el 12 de diciembre de 1851.

Los orígenes de árbol de navidad como tradición en esta época son, sin embargo, algo más confusos.

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los conversos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Pero lo cierto que es que los orígenes e historia del árbol de navidad está llena de otras leyendas e historias muy diversas. Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por San Nicolás o los Reyes Magos, dependiendo la leyenda de la zona donde se encuentre.

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